76 ANIVERSARIO MUSEO NACIONAL AERONÁUTICO Y DEL ESPACIO (Parte 3)

Inicialmente, el Museo de Aviación estuvo instalado en el antiguo local de la Academia de Guerra Aérea, en calle Catedral, y luego en oficinas de la Dirección de Aeronáutica en Avenida Libertador Bernardo O’Higgins, pasando después al edificio del Museo Histórico Nacional. Finalmente en 1958 el Museo quedó en receso por falta de local, con sus colecciones depositadas en el recinto de la Escuela de Especialidades de la Fuerza Aérea de Chile.

El receso forzado del Museo se extendería hasta el día 12 de diciembre de 1968,  cuando tras gestiones del Círculo de Precursores de la Aviación Chilena, el Museo de Aviación reabrió sus puertas en el Pabellón París, ubicado en Quinta Normal, y cedido por el Ministerio de Bienes Nacionales. Como Director se desempeñaba  Don Eduardo Pinochet Carte, antiguo Conservador del Museo en etapas anteriores.

La principal dificultad que enfrentaba el Museo recién reabierto era la poca cantidad de objetos a ser exhibidos, dado que los largos años de receso y los traslados habían contribuido al deterioro de las colecciones. Esta situación debió ser enfrentada por el nuevo Director, quien contaba con el apoyo del Suboficial de la Fuerza Aérea de Chile Don Mario Cepeda Martínez y dos obreros a jornal.

Con gran esfuerzo de este equipo se logró montar una pequeña muestra, la cual solo permitía ocupar una parte del primer piso del Pabellón París, lo que redundaba en que el público visitante fuera escaso. Enfrentar y superar estas condiciones fue entonces el desafío para el General de Brigada Aérea (A) Don Eleodoro Calderón Loyola, quien asumió la Dirección en 1971, teniendo como principal objetivo el incremento de las colecciones.

Entre 1971 y 1975, el nuevo Director se esforzó en  esta labor, principalmente por medio de la obtención de donaciones. Gracias a ello la muestra aumentó de modo notable, ocupando en febrero de 1973 un total de 780 metros cuadrados con unas 1400 piezas en exhibición,[1] lo cual en opinión del Director del Museo debía hacerse dándole “un cierto colorido al material que se exhibe, consiguiendo imponerle un dinamismo muy importante en este tipo de exposiciones”.

Al respecto, los cambios se notaron también en la cantidad de visitantes, los cuales pasaron  de entre 200 y 300 diarios en 1971 a un promedio diario de 800 personas a principios de 1973, con un máximo registrado en la época de 1.370 visitas en un día, considerando que el museo atendía solamente domingos y festivos de diez a trece  y de 15 a 21 horas.

Toda esta expansión fue haciendo necesario hacia mediados de 1975 realizar profundas labores de adaptación y mejora de las dependencias  e infraestructura, lo que incluía la restructuración de la sala de exhibición.

El Museo reabrió sus puertas el 21 de marzo de 1980, totalmente renovado. Durante los cuatro años siguientes el ingenio, perseverancia y esfuerzo del Director y su equipo, muy reducido, permitieron su funcionamiento satisfactorio y su posicionamiento entre la ciudadanía como un lugar de interés histórico adecuado para visitas de toda edad.

Agradecimientos a Eduardo Werner, Encargado de la Secciñon Hitórica del Museo Nacional Aeronáutico y del Espacio.





Última actualización: 17 de Julio de 2020