El aeródromo La Florida, ubicado a 6 km al Este de la ciudad de La Serena, en la Región de Coquimbo, fue construido entre los años 1947 y 1948 e inaugurado el 19 de enero de 1949, durante el gobierno de Gabriel González Videla.

Las primeras gestiones para la construcción del aeródromo las llevó a cabo el presidente del “Club Aéreo La Serena-Coquimbo”, Eduardo Sanfrugo, quien habría solicitado al Presidente de la República, los terrenos necesarios para emplazar un aeródromo que permitiera el desarrollo de la aviación civil y deportiva. Finalmente, el mandatario accedió y dispuso un terreno de 2000 metros de largo por 200 metros de ancho, ubicado en el sector del cerro Pan de Azúcar, donde ya existía una improvisada pista.

Las obras, que duraron aproximadamente dos años, estuvieron a cargo del Departamento de Caminos de la Dirección General de Obras Públicas y contó con la cooperación de personal del “Regimiento Arica” de La Serena, actual “Regimiento Coquimbo”. El edificio terminal y portada de acceso, fueron diseñados por el arquitecto, Mario Muñoz, según las normas de construcción y urbanismo de la ciudad, siendo estas de estilo colonial y en piedra serena.

Sólo dos años después de su inauguración, un 19 de enero de 1951, en este aeródromo se inscribe un verdadero hito aeronáutico: el despegue del avión anfibio Catalina 406, matrícula 405 de la Fuerza Aérea de Chile (FACH), con una tripulación de ocho personas al mando del comandante Parragué, que llega a la Isla de Pascua luego de una travesía de 19 horas y 22 minutos.

Considerando que en aquellos tiempos la isla era visitada sólo una vez al año por un buque de abastecimiento con productos del continente, este vuelo se transformó en el primer vuelo transoceánico entre Chile continental y la isla. Se cumplía con este hecho un objetivo político y estratégico, pues se afianzaba la soberanía de Chile en Isla de Pascua y se exploraban nuevas rutas aéreas para Chile.

Actualmente, este aeródromo es administrado por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) y cuenta con una pista de 1938 por 45 metros de longitud y un terminal de pasajeros de 3.150 metros cuadrados de construcción en “piedra serena”, manteniendo la arquitectura típica de la ciudad, haciéndolo único entre los aeródromos y aeropuertos del país. En su acceso se exhibe una maqueta del “Catalina” que los rapa nui denominaron el “Manu Tara” (hombre pájaro).

Allí trabajan 84 profesionales y técnicos aeronáuticos quienes prestan los servicios de Seguridad de Aviación (AVSEC), de Seguridad, Salvamento y Extinción de Incendios en Aeronaves (SSEI), de Control de Tránsito Aéreo (CTA), Servicios de Vuelo (TSV), Meteorología, entre otros; velando por la seguridad de las operaciones aéreas que allí se realizan.

El año 2020, debido a la pandemia causada por el Covid 19 y al Estado de Catástrofe establecido por la autoridad, en el aeródromo La Florida se realizaron 8.957 operaciones aéreas, un 35% menos en comparación con las realizadas durante el año 2019 (13.818 operaciones).