Hace 100 años, Dagoberto Godoy Fuentealba
CRUZÓ LOS ANDES EN UN AVIÓN
DE TELA Y SIN CALEFACCIÓN
El raid de Dagoberto Godoy reviste características de hazaña, sobre todo, porque hace 100 años, el avión de 400 kilos de peso que piloteó era de tela, apenas tenía un motor de 110 HP, se elevó sobre la cordillera nevada sin calefacción y de cara al viento, porque no tenía cabina que lo protegiera.
Con pocas horas de vuelo, la prueba fue agendada para el 8 de diciembre, sin embargo, se postergó para el 12 debido a trámites que faltaban.
La noche anterior al cruce, Godoy estuvo hasta tarde con sus compañeros repasando la ruta de viaje y revisando personalmente el monoplano.
Inicio del vuelo
Poco después de la cuatro de la madrugada del jueves 12 de diciembre de 1918, el teniente Godoy llegó a la cancha para recibir las últimas instrucciones del mayor Huston.
Antes de abordar, se encaminó hasta el casino para tomarse una taza de café. Regresó, subió al Bristol, encendió el motor y dijo: “Voy a probar el motor y si está bien…”. No se escucharon más palabras debido al ruido del escape. Luego comenzó a rodar por la pista de tierra, carreteó y despegó.
Minutos después de las siete de la mañana se recibió el primer telegrama, dando cuenta del éxito del cruce. Godoy había vencido Los Andes a la altura del monte Tupungato, descendiendo a las 6.35 horas en un lugar llamado Lagunitas, cerca de Mendoza.
Cumplimiento del sueño
En los cuarteles se izó el pabellón nacional y frente al Regimiento de Carabineros, en Providencia, más de dos mil soldados saludaron y arrojaron sus gorras al aire saludando la hazaña.
“Si alguna emoción experimenté, – comentó Godoy- fue la de ver cumplido mi sueño anhelado: observar desde lo alto las cumbres nevadas que tantas veces había contemplado desde el aeródromo. Durante el vuelo, mi preocupación constante fueron el altímetro, la brújula, el funcionamiento de la bomba de aceite y las revoluciones del motor”, relató.
Apoteósica bienvenida
Godoy contó que para encontrar Mendoza, siguió el curso del río del mismo nombre. No fue fácil, debido a la bruma, encontrar la cancha de Los Tamarindos, así es que continuó planeando hacia el oriente hasta ubicar un campo más o menos parejo, donde se vio forzado a aterrizar por falta de combustible.
El avión corrió hasta el final de una alambrada, destruyendo el tren de aterrizaje, la hélice y un ala.
Godoy regresó el martes 17 de diciembre a Santiago, recibiendo el homenaje del alcalde de Santiago, Rogelio Ugarte y un desfile en su honor en el que participaron 200 mil personas.
https://youtu.be/V0tktvaNjxQ
Última actualización: 12 de Diciembre de 2018