SEQUÍA EN CHILE: “NUESTRA PERCEPCIÓN SOBRE LO QUE ES NORMAL HA CAMBIADO, NOS DESACOSTUMBRAMOS A QUE LLUEVA”
La denominada “MEGASEQUÍA” chilena que afecta a la región central es la más larga registrada en el país, con 13 años a la fecha. En este contexto, integrantes de la Dirección Meteorológica de Chile -que forma parte del SISSA (Sistema de Información sobre Sequías para el Sur de Sudamérica)- relatan cuáles son las herramientas de las que se valen para llevar adelante acciones de monitoreo y mitigación.
El reciente reporte “El estado del clima en América Latina y el Caribe 2021”, presentado por la Organización Meteorológica Mundial (OMM), reafirmó en algunos países de la región la urgente necesidad de contar con planes de gestión de riesgo coordinados y a largo plazo, así como con herramientas de monitoreo y análisis que permitan predecir fenómenos como las sequías y prepararse en consecuencia.
En el sur de Sudamérica, Chile registra una sequía récord, y desde la Dirección Meteorológica (DMC) de ese país, integrante de la iniciativa SISSA sostienen que se encuentran en déficit de precipitación prácticamente en todo el país. “Desde el 2010 más o menos que no hemos tenido ni un año siquiera normal, al menos en la zona central”, comenta Diego Campos, meteorólogo que se desempeña en la Oficina de Servicios Climáticos de la Dirección Meteorológica de Chile e integrante del grupo de trabajo de Monitoreo y Pronóstico del SISSA. “Encontrar las causas físicas asociadas a este fenómeno para ver si somos capaces de predecir, entender y saber hasta cuándo podría durar la sequía es uno de los desafíos actuales”.
En materia de políticas públicas que permitan coordinar la gestión de riesgo y la mitigación de los efectos de la sequía, Andrea Acevedo Núñez, de la Oficina de Servicios y Difusión Agrometeorológica de la DMC y punto focal por Chile en SISSA señala: “En Chile la Dirección General de Aguas es quien decreta y toma las determinaciones en cuanto al estado hídrico de las regiones y comunas. En el país se ha estado trabajando en la actualización e implementación de políticas públicas para enfrentar la sequía y la seguridad hídrica. El SISSA ha aportado con consultorías nacionales con la revisión del estado de este tema en el sector agrícola, en particular”.
Carolina Vilches, Meteoróloga de la Oficina de Cambio Climático de la DMC, pone el foco en las zonas del país más afectadas: “Desde el verano 2022 en la zona central del país es donde se está notando de manera pronunciada la sequía, al punto de que hay racionamiento de agua potable. Desde comienzos de año en localidades de la zona central como Petorca, Nogales y El Melón están cortando el agua unas 5 o 6 horas durante las tardes. Esa es una de las zonas más afectadas, junto con la zona interior de la región de Coquimbo”.
Para pensarlo en términos prácticos, la zona central del país lleva tantos años con sequía que hoy “hay niños de 12 años que nunca han visto llover, es decir, que no han visto la climatología que se consideraba normal de Chile”, grafica Campos. Pese a esto, en algún momento de este año se instaló la creencia de que las lluvias habían vuelto a favorecer a la región. En ese sentido, el meteorólogo explica que, “lo que parece relativamente lluvioso, una vez que se miran los datos se comprueba que estamos por debajo de la media. Esto hace tan extraordinaria a la sequía actual, que incluso nuestra percepción sobre lo que es normal que llueva ha cambiado, nos desacostumbramos a que llueva”.
Utilizar todas las herramientas disponibles
Ya sea a través de proyectos de ciencia ciudadana, indicadores obtenidos a partir de estaciones meteorológicas o los productos que ofrece el SISSA, desde el organismo chileno dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil, indican que el monitoreo se realiza desde distintos puntos de vista y distintas escalas de tiempo: “Nos apoyamos mucho tanto en los productos que podamos construir nosotros como los que están en la web del SISSA: cantidad de días sin precipitaciones, cantidad de períodos más largos sin precipitaciones, etc. Hacemos también mucha comparación entre los indicadores que muestran nuestras estaciones versus productos grillados como lo es el CHIRPS”, dice Campos.
Por su parte, Andrea Acevedo Núñez asegura que la plataforma del SISSA “es un recurso que nos ha ayudado y nos permite ver tanto índices observacionales como imágenes satelitales. El Índice de Precipitación Evapotranspiración Estandarizada (SPEI) es un buen aporte, porque no hay ninguna institución oficial que lo calcule. Esta ha sido una herramienta que nos ha servido mucho”.
A nivel local, una iniciativa que les entusiasma es la conformación de una red de observación voluntaria del Clima (Volunclima) a lo largo de todo Chile, a quienes se les entregó un pluviómetro. Hoy 50 de ellos ingresan con regularidad los datos de precipitación y también de eventos extremos en una plataforma creada especialmente para tal fin. “La idea es lograr la participación ciudadana a través del aporte de la información que la población misma genera. La gente está muy entusiasmada, y también tenemos un grupo de WhatsApp a través del cual están comunicados y pueden intercambiar información. Esto es bien interesante, porque podemos palpar el interés de la gente en el impacto que está teniendo la sequía y la motivación para involucrarse”, explica Vilches sobre esta iniciativa de ciencia ciudadana implementada en el marco del proyecto “Euroclima+: Sequías e Inundaciones – Andes”, y que cuenta con recursos de la Unión Europea gestionados con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD) del componente Gestión de Riesgo.
En cuanto a los requerimientos más urgentes en materia de indicadores “siempre buscamos tener más información de la cordillera y la precordillera”, sostiene Campos. “Porque muchas veces sabemos muy bien cuánto ha llovido, por ejemplo en los valles, pero no sabemos cuánto ha nevado. Y el recurso hídrico depende principalmente de la nieve más que de lo que llovió en los valles. Se necesita ampliar las redes de monitoreo o utilizar otras fuentes de información que nos permitan saber mejor qué está pasando arriba en la cordillera”, señala Campos.
A futuro, los especialistas puntualizan la necesidad de que las herramientas de monitoreo demuestren un costado más social y práctico, orientado “hacia cómo sirven estos productos para predecir las sequías o brindar más información sobre el sector fluvial. Esto sería algo que nos permitiría acercarnos más a los usuarios, ver cómo usan estas herramientas y traducir mejor esta información para la población, mostrando cuál puede ser el impacto de la utilización de un cierto índice en la agricultura por ejemplo, y cuánto afecta la sequía”, opina la meteoróloga Andrea Acevedo Núñez.
SISSA: una herramienta para la región
El Centro Regional del Clima para el sur de América del Sur (CRC-SAS), a través de su Proyecto SISSA (Sistema de Información sobre Sequías para el sur de Sudamérica), tiene como objetivos contribuir a reducir los considerables impactos económicos, sociales y ambientales de la sequía sobre la producción agropecuaria, generación hidroeléctrica, y navegación fluvial en el sur de Sudamérica, junto con mejoras en: (i) las capacidades institucionales regionales, (ii) la planificación y preparación, y (iii) la gobernanza de la gestión de riesgos.
A través de mapas y visualizaciones útiles para monitorear el estado actual e histórico de la sequía, la información que suministra es de vital importancia para anticipar los impactos esperables en sectores económicos y comunidades. Además, el SISSA fomenta la planificación y preparación anterior al evento de sequía, de manera de mitigar sus daños, aumentar la resiliencia y reducir la vulnerabilidad.
En la iniciativa participan servicios y direcciones de meteorología, agencias gubernamentales, instituciones académicas, organizaciones no gubernamentales y el sector privado de los seis países miembros del CRC-SAS: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. El intercambio de experiencias y capacidades resulta un componente clave destinado a enriquecer y fortalecer las acciones que se llevan a cabo tanto a nivel país como en toda la región sur de Sudamérica.
Origen: Comunicaciones SISSA
Última actualización: 21 de Septiembre de 2022